El estoicismo como puede darnos un propósito
¿Qué harías si te dijeran que todo lo que necesitas para tener una vida plena ya está en tus manos?
Cuando era estudiante de Derecho, tuve acceso a materias que me interesaban y a otras que no tanto. Entre las que sí captaron mi atención estaba Derecho Romano. Roma, cuna de la civilización occidental, tuvo emperadores como Marco Aurelio.
Muchos expertos lo consideran uno de los estadistas más gloriosos de toda la historia. Marco Aurelio fue uno de los líderes más grandes de la humanidad y adoptó el estoicismo como herramienta para liderar, gobernar y dejar un legado que perdura hasta nuestros días.
Enfrentó numerosos desafíos durante su reinado (161-180 d.C.), incluyendo guerras, plagas, problemas económicos y traiciones políticas. A pesar de estas adversidades, su actitud fue profundamente influenciada por los principios del estoicismo.
¿Qué es el Estoicismo?
El estoicismo es una filosofía de vida desarrollada en la Antigua Grecia, especialmente asociada con figuras como Zenón de Citio, Epicteto y Séneca. Su esencia radica en enseñar cómo vivir una vida virtuosa y plena al enfocarse en lo que está bajo nuestro control y aceptar con serenidad lo que no lo está.
Principios clave del estoicismo
1. Diferencia entre lo que podemos controlar y lo que no
Según los estoicos, solo podemos controlar nuestras actitudes, acciones y pensamientos. Todo lo demás (opiniones ajenas, eventos externos, resultados) está fuera de nuestro control. Aprender a distinguir entre ambos es esencial para vivir en paz.
En el presente, tenemos el desafío de controlar las distracciones del mundo moderno, como las redes sociales y las series de televisión.
2. Vivir de acuerdo con la naturaleza
Para los estoicos, vivir conforme a la naturaleza significa actuar con virtud y razonamiento, en armonía con nuestra esencia como seres racionales y sociales. Esto implica conectarnos con nuestro ser interior, practicar virtudes y elevar nuestro nivel de conciencia.
3. Virtud como el mayor bien
La virtud, entendida como sabiduría, justicia, valentía y templanza, es lo único necesario para alcanzar la verdadera felicidad. Cada día nos ofrece la oportunidad de enfrentar desafíos, superar adversidades y conectar con otros mientras ponemos en práctica estos principios.
4. Controlar las emociones
No se trata de reprimir las emociones, sino de moderarlas a través del uso de la razón. Las emociones negativas como la ira, la ansiedad o el miedo provienen de juicios erróneos sobre la realidad. Aunque no podemos controlar lo que nos sucede, sí podemos controlar cómo reaccionamos.
En el lenguaje moderno, esto se llama «inteligencia emocional». Desarrollarla es un trabajo personal e intransferible. Es importante evitar caer en el papel de víctima y asumir la responsabilidad de nuestras emociones como adultos.
5. Aceptación del destino (amor fati)
Los estoicos proponen aceptar y amar todo lo que la vida trae, incluso las dificultades, como parte del orden natural del universo. «Amor fati» significa «amor al destino» o «aceptación amorosa de lo que sucede». La idea es no solo aceptar las circunstancias de la vida, sean buenas o malas, sino abrazarlas con entusiasmo como oportunidades para crecer.
Cómo el estoicismo puede darnos propósito y dirección en la vida
1. Claridad sobre el propósito de vivir virtuosamente
Al enfocarnos en la virtud y la mejora personal, podemos encontrar un propósito intrínseco que no depende de factores externos. El estoicismo nos enseña que nuestro propósito está en actuar de manera correcta y en ser útiles para los demás.
A través del desarrollo personal y del servicio a los demás, podemos enfocarnos en convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos y atraer aquello que anhelamos: prosperidad, amor, salud y felicidad.
2. Reducción de la ansiedad y el estrés
Al aceptar lo que no podemos cambiar, podemos liberarnos de la tensión de controlar lo incontrolable. Esto nos permite enfocarnos en lo que realmente importa y ahorrar energía para dedicarla a nuestro propósito y, sobre todo, a dar con generosidad.
3. Resiliencia ante la adversidad
En lugar de huir de los problemas o temerlos, el estoicismo nos ayuda a enfrentarlos con valor, viendo las dificultades como oportunidades de crecimiento. Nos invita a aceptar los retos como parte de nuestro camino y a vivir con entusiasmo.
4. Vida sencilla y enfocada en lo esencial
El estoicismo promueve una vida centrada en lo esencial, evitando distracciones innecesarias y persiguiendo metas alineadas con nuestros valores.
5. Conexión con los demás
Como seres sociales, tenemos un propósito en contribuir al bienestar colectivo. Practicar la justicia y el servicio hacia los demás es una forma de encontrar significado y propósito.
Mantener nuestra atención en el aquí y ahora, enfocándonos en lo que está bajo nuestro control, es la manera más simple y concreta de vivir. Al final, el futuro aún no existe; lo creamos en el tiempo presente.
«El pasado es historia, el futuro es un misterio y el presente es un regalo».
Reflexión final
Para cerrar este primer artículo, quiero reafirmar que el estoicismo nos muestra que una vida con propósito no depende de circunstancias externas, sino únicamente de nuestra virtud y actitud hacia la vida.
Si estás leyendo hasta aquí, es porque esta filosofía te interesa. Te invito a adoptarla como tu filosofía de vida y comenzar a practicarla desde hoy.
«No te preocupes por lo que te sucederá. Ocúpate de cómo lo enfrentarás». – Marco Aurelio.